18.5.09

La Fe en las Armas [Parte 2]

Pistolas
Revólveres
Escopetas
Carabinas
Fusiles
Pelotudeces de pesca
Carpas
Termos
Colchones
Linternas
Anafes con garrafitas de todos colores
Binoculares
Cositos para ver de noche

Esposas

Herramientas


Tenía una sensación extraña, mezcla entre orgasmo, alegría, poder y ese alivio que uno tiene cuando viene sosteniendo la diarrea desde hace 10 cuadras.

Estaba tan excitado (literalmente), que simplemente recorrí el lugar mirando todo. Cada cosa estaba en su correspondiente lugar, inmaculado. La invasión... o sea lo que sea que haya pasado debió ser bastante rápida como para que a nadie se le ocurra llegarse hasta acá. Era la armería más grande que conozco, siempre andaban trayendo cosas nuevas para que algún par de Cornudos llenos de plata se vayan al campo a matar loros mientras a sus mujeres le "mataban el loro" a pijazos en su cama matrimonial. Se vestían como para ir a Irak, buscaban la munición más cargada para su Rifles, y salían para el medio del campo a tirarle a todo los que se les cruzaba, o sea, Ranas, Escuerzos, Loros, Palomas, algún que otro cartel en la Ruta y de vez en cuando a ellos mismos, pero de puros boludos; después volvían al barrio y andaban con la mirada dura y perdida en sus camionetas llenas de barro.

Ah... el que le "mataba el loro" a las mujeres de los susodichos Rudos era, por supuesto, el dueño de la Armería.

Entonces, venía yo en mi trance, cuando me encontré con ella.
Casi muero de un infarto.

Por un momento pensé que era una ilusión...
El momento después de ese sólo atiné a intentar tocarla...

Por Dios...

Qué hermosura...

¡¡Marta!! ¡¡EL AMOR DE MI VIDA!!

3.82 Kilos de pura sensualidad.
12 milímetros de boca escupe-balas-y-perdigones-y-tu-puta-madre, con mecanismo de recarga accionado a Gas.
Habla Italiano, y aunque habla poco, cuando lo hace, mejor desaparecer.

No lo pude contener más, me acabé en los pantalones en ese mismo momento. Era demasiado. La hubiese besado de no ser por esa boca traicionera, solamente me limité a acariciarla.

- Carlos: Marta... shh... shhhhh..... tranquila... yo te voy a cuidar... yo me voy a encargar de que esos Zombies malos entiendan tu idioma... shhhhh...... shhhhh....
- Marta: ...

Las municiones para Marta no eran un problema, la armería estaba hasta las manos de cajitas de cartuchos. Mi amor... digo... Marta... me mostró a tooodas las compañeritas; aunque me dejó bien claro que ella era la única para mí, disparando al techo y dejándome sordo durante 2 horas. Qué mierda de temperamento que tienen algunas Señoritas...

Cargué todo lo que pude, y consideré útil, en la camioneta, y lo llevé para mi Departamento. Estuve 2 horas trabajando con eso mientras Marta me decía dónde y cómo acomodar las cosas. Lógicamente no entraba comida y armas, todo junto, en mi 2 ambientes, por lo que no me quedó otra que elegir entre una de ellas.

Y moví toda la comida al departamento de al lado. Estaba en alquiler, por lo que estaba convenientemente vacío.
Mientras movía las latas de Arvejas, me percaté de que entrar de mi Dpto., caminar unos metros, meterme en el Dpto. de al lado, dejar las cosas y volver a mi Dpto. era un tanto engorroso, por lo que con Marta lo charlamos y decidimos abrir un pasadizo.

A tiros.

14 puteadas bien copadas de Marta después, teníamos un excelente Dpto. de 4 Ambientes, con 2 Baños, 2 Cocinas comedor y 2 Habitaciones. Debo reconocerlo, soy un genio en Arquitectura, y más capo todavía en Economía. Quisiera ver cuánto cobra (o cobraba) 1 negro de mierda por romper una pared, seguro que te sale 3 huevos y no es ni la mitad de divertido que jugar con Marta.

Cuando terminamos con eso, me di cuenta de que algo pasaba... algo raro...
Empezaba a anochecer...
A lo lejos se escuchaba Aquel Ruido...
Y Marta no tuvo mejor idea que...

Pedirme una prueba de amor.


Entonces ahí estaba yo...
3 de la mañana. Luna llena. Azotea de mi edificio de Departamentos. El pito al aire.

Las calles hormigueaban de asquerosidades que se movían con pies aplomados...
Ruidos...
Golpes...
Algún ocasional "Cereeeebros..." muy por lo bajo...
Algunos eructaban...
Otros simplemente gemían...
Despedazaban los escasos restos que ya quedaban...

Me paré sobre el borde. Marta quería algún Zombie aquella noche. Era nuestra primera noche juntos y exigía un sacrificio.... un Sacrificio Zombie...

Miré hacia abajo desde el 4to piso...
La sostuve fuerte...
Apunté...
Y...


...



Meé desde el 4to piso sobre la pelada de un Zombie que masticaba un reluciente culo en mi vereda. Sacudí la chota e Ipso Facto desembolsé el correspondiente pedo a toda buena, tóxica y ácida meada.

El Zombie nunca se dio cuenta de qué pasaba, miraba a los lados como si alguien le hubiese tocado el culo. Inclusive después del último chorrito, ese que cierra el asunto, no miró hacia arriba. Encuentro recurrente eso de que los Zombies no miren hacia arriba, por lo que ya tenía información de batalla bastante útil.

Satisfechos con el Ritual de Iniciación, nos fuimos a dormir.

Acá, escribiendo esto, me pregunto si no será que me estoy volviendo loco... dándole vida a objetos inanimados...

Pero...
Qué mierda...
Hay Zombies por todos lados...
Supongo que me puedo permitir un poco de insanidad mental.


4 comentarios:

  1. jojo ... marta es una desert eagle, no?

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  2. ah ... no ... que pelotudo ... ahi segui el link ... te falta una desert ... no hay cazador de zombies que se precie de tal, que no tenga una desert ... y un railgun de plasma ... ah? que todavía no se fabricaron? que solamente tiene lo que se ve? ... bueh

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  3. che que buena esta marta.... esperoq ue eso del zombie pelado no sea.....

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  4. DUDO QUE SEA POSIBLE AGUANTAR LA DIARREA 10 CUADRAS... ES MAS CREIBLE EL ASUNTO DE LOS ZOMBIES!!!

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